Poema y Pasodoble del Prengón de Benaocaz 2018 – Rafael Lucas.

Sin duda alguna, presentar el pregón de las fiestas de Benaocaz es probablemente una de las más grandes responsabilidades que se me han presentado, no por el hecho en si de hablarle al que considero mi pueblo, sino por lo que refleja de mi, de mi historia en esta vida, de como este pueblo, por muchos motivos me ha modelado desde siempre.

El significado de todo ello, tanto para mi como para los demás pregoneros era algo muy importante, y sobre todo, muy sincero. Siempre estaré eternamente agradecido a las responsables de llevar a cabo este evento por su confianza y apoyo, y sobre todo a los Benaocaceños y Benaocaceñas que me mostraron tantas muestras de cariño tras el mismo.

Aquí os dejo el poema «Hijos de Benaocaz» y el pasodoble «Por la noche en Benaocaz» con la ilusión de haber sembrado algo en la cultura y la historia de mi maravilloso pueblo.

HIJOS DE BENAOCAZ

Benaocaz no es ese pueblo blanco colgado de un barranco,
que a fuerza de no ver nunca el mar se olvido de llorar.
No es ese pueblo blanco que narraba hermosa y tristemente Serrat,
en Benaocaz nacer o morir no es indiferente…
Aquí no, no en mi Andalucía, no en mi Cádiz, no en Benaocaz.

Benaocaz no espera con la boca abierta al calor como lagartos,
devora al sol cada mañana con cada sonrisa deslumbrante.
Es un pueblo blanco de pura luz de estrellas, de boca dura y amable,
De cal, de leche y piedra, de hambre, de gozo, de vino y agua.

Benaocaz encierra el profundo secreto del mundo y los tiempos.
La catedral más grande de la tierra, bajo su cúpula infinita de millones de estrellas guarda los tesoros de mil almas bajo sus muros pétreos inalcanzables.

Guarda la tumba sagrada de la prehistoria, sus ritos, la primera capilla
de fuego, los primeros dioses descansan bajo los que fueron llegando,
Sobre los que vendrán… Como camaleones se mimetizan sobre los caminos y las simas, las almas de los primeros hombres, nuestros ancestros, sus secretos guardados en cada piedra, cada huella, nos miran desde la noche de los tiempos.

Cuantos pasaron por tu alfombra de piedra y yerba… Fenicios, Íberos, Romanos…
Sus arterias como trochas envejecidas asoman todavía entre la maleza cruzando los valles, abriendo su mundo a otros mundos, fundando pueblos y villas que hoy pisamos como una autopista al pasado.

Benaocaz encierra en su nombre y su ser la huella morisca, el perfume de la cultura del agua y la miel, su mordisco que resiste al tiempo y las conquistas, su esencia distinta, su idiosincrasia y secretos que bajo yugos de otros imperios sobreviven y laten en las manos de las abuelas, en las voces que hablan cantando, en los gestos que como miembros cercenados se rebelan desde lo profundo.

Esas palabras prohibidas, que tan lejos del reino de Isabel y a la vez tan cerca, esquivaron la lanza y el fuego como bandoleros fugitivos recortando el horizonte sobre las montañas, esos muros infranqueables que defienden el bastión de la memoria y la cultura.

Benaocaz Moro y Cristiano, y Fenicio y Romano, y tantas cosas… tantas que desbordan a su gente de cualquier intento de plantarle una identidad simple.

Porque Benaocaz no es simple, es crisol de culturas y vidas,
de trabajo, de fuerza y campo, de sabiduría… de conquista del día a día,
de pureza, de niños corriendo, de agua bajando, es el trono de la gente
sencilla pero importante, humilde pero majestuosa, valiente pero discreta.

Como serán tus raíces, que hasta el toro de creta llegó hasta tus calles
para ser desafiado por tus gentes, por tu laberinto blanco como reto para dar
un grito a la memoria ancestral de la cuna del mundo.

Que se habrá escrito de ti Benaocaz, y que se escribirá, ¿cuantas almas pasaron por tus faldas milenarias, cuantos imperios gigantes nacieron y murieron mientras tú simplemente pestañeabas? ¿quien puede contigo Benaocaz? que te teme hasta el mismo tiempo.

Tu secreto es ser pequeña… parecer pequeña a los ojos de las vidas mortales.

Desde niño en algunas tardes de soledad y ocaso, acaricio tus piedras suavemente y todavía siento ese escalofrío de saber… que me verán morir,
y que seré viento y polvo, y que todos nos iremos algún día, y tu permanecerás.

Mi gran templo, mi catedral, mi pueblo blanco,
que suerte la mía de que te apiadaras de mi alma,
y pudiera abrir los ojos ante semejante zarza en llamas sobre la montaña.

Otros correrán tu toro, vivirán tu feria, mecerán tus santos,
beberán tu agua… y te amarán y te odiaran y como todos nosotros también se irán.
Pero tu fuerte como Crom desde su montaña, sonreirás con cariño al ver nuestras
vidas como chispas que se apagan con el viento de tu suspiro.

Danos de nuevo ese sentir desde lo mas hondo de la historia,
bautízanos de sol y esencia, de tierra, piedra, vino y guitarra.
Otro año más, otra vuelta más, otra ceremonia más hasta
que nos quedemos para siempre fundidos en tu regazo.

Que somos todos los que fuimos y seremos siempre lo que somos,
los hijos felices de esta tierra eterna, los hijos de mi pueblo blanco,
los hijos de Benaocaz.

Rafael Lucas Carrizosa agosto 2018

La Madre. Obra poética surrealista de tintes oscuros. Por Rafael Lucas.

La Madre. Obra poética surrealista de tintes oscuros, dramáticos y simbólicos. Escrita y narrada por Rafael Lucas.

La Madre expresa en varios poemas la llegada de un ser o ente a la tierra y su destrucción o caos, como un ser imprevisible, una metáfora del destino, la aleatoriedad de las circustancias en la vida, un reflejo macabro de la existencia regida por la carencia de sentido, por la falta de reglas del sino ante cualquier moral o razonamiento, la falta de recompensa ante una ética o un modelo de conducta.

Tu que me enseñaste a encontrar el oro en la casa de un caracola. «Poema a un maestro»

Hace tiempo que en el aire se paseaba.

Por saber ser hijo de la tierra,

Por tener el hermoso cielo de la niñez en la mirada.

Por ser amado y amante, ser luz entre tinieblas.

Ser faro en el mar tormentoso

Y ser fuego en las noches de frío.

Por ser amor, pirámide y catedral.

 

No hay ausencia cuando todo ya estaba lleno.

No hay vacío en los corazones que saben del latir del mundo.

No hay temor cuando nunca hay ocaso.

Cuando el despertar es eterno.

 

Cuando los abrazos profundos quedaron para siempre.

Cuando siempre quedaron en lo mas profundo.

 

Mi maestro,

Tu que me enseñaste a encontrar el oro

en la casa de un caracola.

 

Que me fascinaste con lo mas simple,

Que redescubría la vida con el silencio.

 

Que me enseñaste a escuchar mi latido…

Tan lejos y tan cerca,

Tan duro y tan tierno como la vida misma.

 

Jamás te fuiste porque ya estabas en todos lados.

Porque ya caminabas por los senderos de las

Estrellas y las profundidades de los océanos.

 

Es así, jamás te fuiste.

Nosotros estamos aquí, contigo siempre.

 

Con una sonrisa imperturbable.

Como nos enseñaste.

Fuertes, sonrientes, y eternamente vivos como tú.

 

Rafael Lucas 28 de diciembre de 2007

Imagen

 

Romanticismo Real 1- Fotografía- Por Rafael Lucas 2013

Romanticismo Real 1- Fotografía- Por Rafael Lucas 2013

Características generales del Romanticismo:
Libertad en política, libertad en economía, libertad en el arte. Esta es la consigna de nuestro tiempo.” M. J. Larra
Subjetivismo: El YO es el centro y el mundo se verá desde un punto de vista personal, lo que conlleva…
Individualismo: El hombre está solo frente al mundo, la naturaleza y la sociedad.
Anhelo de libertad: El hombre lucha por romper todas las ataduras sociales, morales y artísticas. Expresión exagerada de los sentimientos y de lo íntimo: Predomina el amor sobre todo, pero también los tonos depresivos, de ahí que se hable de “el mal del siglo.” El paisaje refleja estos sentimientos: Por esto se ve una naturaleza en toda su furia: acantilados, mares embravecidos, tormentas…
Idealismo: El romántico construye el mundo según sus sueños e ilusiones, pero esto lleva al… Desengaño: El mundo, la sociedad o la mujer que soñaba y que tanto deseaba no existen.
Como consecuencia… Hay una huida, real o imaginaria:
En el espacio: viajando a lugares lejanos y exóticos.
En el tiempo: recordando épocas pasadas, sobre todo la Edad Media

:: Seguiré buscando… ::

Seguiré buscando paisajes con bruma mágica,

finos trazos de luz de estrellas que perfilen montañas lejanas,

nubes de imposibles colores y vientos con perfumes misteriosos,

lagos de sonidos silenciosos que oculten fondos inexplicables.

Seguiré buscando lo incomprensible, el cielo húmedo que acongoja,

la ínfima existencia sobre un cosmos infinito que absorbe mi alma

y la diluye en la inmensidad eterna del universo.

Seguiré buscando leyendas y dioses que viven en la tierra

amamantando el enigma de la vida y la muerte entre maleza

de bosques sin fronteras y acantilados que conversan

con el eco del crujir de la piedra ancestral.

Seguiré contemplando atardeceres como el mayor espectáculo posible,

con los ojos limpios de un niño maduro, la pluma del alma afilada

y repleta de ámbar que atrape la magia y el dolor de la belleza absoluta.

 

 

:: No debiera perder ni un segundo :: Soneto dedicado a Miguel Rincón.

El sendero de tus pómulos se va

Una luna que se estrella en el suelo

El adiós dibuja un sangrante velo,

Despidiéndose tu rostro pasará.

 

Ya sabía que el amor no era verdad

Esqueletos bailarines del cielo

Saliva dulce de dioses de hielo

riendo se burlan de la humanidad

 

Huye sonrisa de bares oscuros

Desata mi hambre tu ausencia impía

Arde en el limbo absoluto del mundo

 

Que por buscar un cariño derrumbo

Las fronteras que retuercen la ira

Y no debiera perder ni un segundo.

 

 

A Miguel Rincón. «Genio de variedades»
                                                         Rafael Lucas 2012 

:: La musa volvió al río ::

La musa volvió al río,

como un simple reflejo embriagado.

Lo divino se hizo aire y polvo,

se desvaneció con la mañana

como se olvida un hermoso sueño al despertar,

imposible de agarrar.

El gélido soplar del mundo arranca

mi armadura de amor con la luz cruel del dia incesante.

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::El hombre serio::

El hombre serio es muy serio.

El hombre serio nunca ha sido niño,

y si lo fue no lo recuerda.

El hombre serio se preocupa por su futuro,

no hace locuras, no busca carreteras sin señales.

El hombre serio sabe matemáticas,

sabe de leyes de inversiones y de ahorro.

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¡El loco el Loco…!

JuanRamonJimenez.jpg
Vestido de luto, con mi barba nazarena y mi breve sombrero negro, debo cobrar un extraño aspecto cabalgando en la blandura gris de Platero. Cuando, yendo a las viñas, cruzo las últimas calles, blancas de cal con sol, los chiquillos gitanos, aceitosos y peludos, fuera de los harapos verdes, rojos y amarillos, las tensas barrigas tostadas, corren detrás de nosotros, chillando largamente:
–¡El loco! ¡El loco! ¡El loco!

 …Delante está el campo, ya verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil, mis ojos – ¡tan lejos de mis oídos! – se abren noblemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sinfín del horizonte…

Y quedan, allá lejos, por las altas eras, unos agudos gritos, velados finamente, entrecortados, jadeantes, aburridos:

 

–¡El lo… co! ¡El lo… co!

Juan Ramón Jimenez. (Platero y yo)

Nuestro querido genio Andaluz, premio nobel de literatura, otro Español Republicano brillante exliado por el tito Paco y su brutal cruzada.

No se puede expresar mejor la sensibilidad y la barbarie en menos palabras. Lectura obligatoria para educar los sentidos.

«Hoy en día esos niños aceitosos irian con los harapos de la selección Española y entre los gritos de ¡el loco!, corearian grotescos cánticos futbolísticos. ;)»

::Oda al maestro::

Hace tiempo que en el aire se paseaba.
Por saber ser hijo de la tierra,
Por tener el hermoso cielo de la niñez en la mirada.
Por ser amado y amante, ser luz entre tinieblas.
Ser faro en el mar tormentoso
Y ser fuego en las noches de frío.
Por ser amor, pirámide y catedral.

No hay ausencia cuando todo ya estaba lleno.
No hay vacío en los corazones que saben del latir del mundo.
No hay temor cuando nunca hay ocaso.
Cuando el despertar es eterno.

Cuando los abrazos profundos quedaron para siempre.
Cuando siempre quedaron en lo mas profundo.

Mi maestro,
Tu que me enseñaste a encontrar el oro
en la casa de un caracola.

Que me fascinaste con lo mas simple,
Que redescubría la vida con el silencio.

Que me enseñaste a escuchar mi latido…
Tan lejos y tan cerca,
Tan duro y tan tierno como la vida misma.

Jamás te fuiste porque ya estabas en todos lados.
Porque ya caminabas por los senderos de las
Estrellas y las profundidades de los océanos.

Es así, jamás te fuiste.
Nosotros estamos aquí, contigo siempre.

Con una sonrisa imperturbable.
Como nos enseñaste.
Fuertes, sonrientes, y eternamente vivos como tú.

Rafael Lucas, a Segundo.